ILIANA PICHARDO URRUTIA
Hay cosas que se suelen callar: un hijo que no llegó a crecer, el dolor que no se puede nombrar, los deseos que no se agotan con la maternidad por mucho que ames a tu familia. Este relato comienza en el silencio nocturno del desierto entre México y Texas, donde la narradora busca darle cuerpo a la ausencia del hermano que murió ocho minutos después de nacer.
Mientras sus hijos duermen tranquilos cerca del acta de defunción que encontró en casa de la abuela, recién fallecida, la narradora desanda su historia familiar y se acerca a ese vientre materno que se volvió una trampa, como las vasijas en las que los pulpos logran entrar, pero no salir. De ahí brotarán las palabras para contar lo que se silencia, flujos de experiencias propias y ajenas que cruzan cada frontera y cada mar desierto.
Con esta narración poética de sorprendente elegancia y profundidad, Iliana Pichardo Urrutia demuestra que la escritura puede ser al mismo tiempo un bisturí que penetra en el dolor y una aguja que sutura la distancia y la solitud. A través de los conceptos de cuerpo y límite entrelaza reflexiones sobre la maternidad y la migración, dándole forma estética al proceso de duelo gracias a un texto fragmentado, intenso y vital.