VON GOETHE, JOHANN WOLFGANG
Cómo prólogo al presente trabajo que acaso, haya menester de él más que otorga alguno, he aquí la carta de un amigo, que dio una ocasión a semejante empresa, digna siempre de meditarse: Tenemos ya juntas, querido amigo, las doce partes de sus obras poéticas, y al repasarlas encontramos muchas cosas conocidas y muchas cosas conocidas y muchas ignoradas; y hasta muchas cosas olvidadas vienen a remozar también esta recopilación. No puede uno abstenerse de considerar estos doce tomos que ahora tiene delante en un mismo formato, cual un todo, y podría uno formarse por ellos una imagen del autor y de su talento. No puede ahora ya negarse que, atendida la vivacidad con que empezó aquél su carrera literaria, y el largo tiempo que de entonces acá ha transcurrido, tienen que parecer harto poco una docena de líbricos. De igual modo no puede uno desconocer, al examinar los distintos trabajos, que estos fueron motivados de ocasiones particulares, así como también que determinados objetos exteriores se desprenden de ahí como grados decididos de íntima cultura, y no menos también abundan ahí ciertas máximas y convicciones temporales, morales y estéticas. Pero en general, mantéense siempre estas producciones incoherentes: y hasta con frecuencia cuesta trabajo creer que hayan salido de la pluma del mismo escritor.