LIPOVETSKY, GILLES
Bioética, caridad mediática, acciones humanitarias, salvaguarda del medio ambiente, moralización de los negocios, de la política y de los media, debates sobre el aborto y el acoso sexual, cruzadas contra la droga y el tabaco: la revitalización de los «valores» y el espíritu de responsabilidad se esgrimen por doquier como el imperativo prioritario de la época. Hasta hace poco, nuestras sociedades vibraban con la idea de liberación individual, hoy proclaman que la única utopía posible es la moral. Las democracias repudian la retórica del deber austero y consagran los derechos individuales a la autonomía, al deseo, a la felicidad. Frente a las amenazas del neomoralismo, así como del cinismo de corto alcance, conviene rehabilitar la inteligencia como ética que se muestra menos preocupada por las intenciones puras que por los resultados benéficos para el hombre, que no exige el heroísmo del desinterés, sino el espíritu de responsabilidad y la búsqueda de compromisos razonables.