ARTHUR CHARLES CLARKE
Al acercarse el centenario del hundimiento del Titanic, varios planes se ponen en marcha para reflotar el pecio y obtener grandes beneficios del colosal espectáculo. De un lado se encuentra el proyecto de la empresa británica Parkinson, respaldado por las ideas del genial inventor Roy Emerson. Del otro, el intento de la corporación japonesa Nippon-Turner, que cuenta con el famoso ingeniero oceanográfico Jason Bradley, experto en rescates marinos.