SAINT-EXUPÉRY, ANTOINE DE
En El principito el escritor plasmó, además de la exaltación de la visión característica de la infancia, su experiencia en el mundo de la aviación, su gran pasión. Fue escrito a petición de su editor estadounidense, quien, curiosamente, le había encargado un relato de Navidad. En el autor de esta novela quien también fue piloto y periodista concurrieron como en pocos literatos la acción y la escritura, la vida y la obra literaria. Su biografía remite a una frase de Benjamín Franklin: Si no quieres perderte en el olvido, tan pronto como estés muerto y corrompido, o bien escribe cosas dignas de leerse, o bien haz cosas dignas de escribirse, sentencia cumplida a cabalidad por el novelista, quien alcanzó ambas metas. Aun cuando el autor la consideró menor incluso se publicó primero en Estados Unidos y después en la propia Francia, esta novela ha sido traducida a decenas de idiomas y es uno de los libros más leídos de la historia, prueba de que si bien lo esencial es invisible para los ojos, su profundidad terminó por revelarse a los lectores.