ANAYA HECTOR
Para saber... ¿No es suficiente? Para saber el verdadero significado de las palabras... ¿Tampoco basta? Para averiguar de dónde vienen... ¿No te interesa? Para conocer quién las inventó... ¿Cómo que "y"...? El saber cómo eran originalmente permite comprenderlas mejor, escribirlas sin faltas de ortografía y sin darles un uso equivocado. Además es divertido conocer su origen y enterarte de que el Metro está emparentado con mamá, que el hipopótamo es un caballo, que el tulipán es un turbante turco, que el tlacuache, en náhuatl es un "sabroso bocadillo", que toda ropa es un robo, que los calzoncillos fueron zapatos, que escribir es raspar, que catarro es una palabra griega, porque nos enfermamos y curamos en griego y en latín.