R. J. PALACIO
Su cara lo hace distinto y él solo quiere ser uno más. Camina siempre mirando al suelo, con la cabeza gacha y el flequillo tratando en vano de esconder su rostro, pero, aun así, es objeto de miradas furtivas, susurros ahogados ycodazos de asombro. August sale poco, su vida transcurre entre las acogedoras paredes de su casa, en compañía de su familia, su perra Daisy y las increíbles historias de La guerra de las galaxias.
Este año todo va a cambiar, porque va a ir, por primera vez, a la escuela. Allí aprenderá la lección más importante de su vida,la que no se enseña en las aulas ni en los libros de texto: crecer en la adversidad, aceptarse tal como es, sonreír a los días grises y saber que, al final, siempre encontrará una mano amiga.