MILLÁN VALENZUELA, HENIO
La pobreza es una preocupación central de los gobiernos y de las sociedades contemporáneas; México no es la excepción: las ataduras que las nuevas circunstancias históricas imponen a la acción estatal han conducido al abandono de viejas formas de combatir este fenómeno, pero también a explorar nuevas vías para erradicar o al menos abatir los alarmantes índices de pobreza que registra el país. Las restricciones económicas y políticas, que imperan tanto en el orden interno como en el mundial, han obligado a hacer el mercado del mecanismo privilegiado para estructurar las relaciones económicas y sociales y, con ello, configurar las oportunidades que determinan una gama muy amplia de dimensiones de la vida y el destino de millones de personas. Es esta nueva centralidad del mercado la que enmarca el espacio de la política social contra la pobreza : quienes la padecen deben ser habilitados para enfrentar la lógica de la competencia, porque la era del estado benefactor, por lo menos el de viejo cuño, parece haber llegado al final de un camino sin retorno.