ALEJANDRO ROSAS
En 2024 México cumple 200 años de haber adoptado la república como forma de gobierno. Y a pesar de intentar resolver durante dos siglos la sucesión presidenciala través del voto libre, la democracia ha resultado un galimatías que por momentos parece negada para los mexicanos.
A gritos y sombrerazos (en el mejor de los casos) o a balazos y traiciones (en el peor) los avances en la democracia mexicana nos han costado sangre, sudor y lágrimas.
La silla embrujada es un recorrido minucioso a través de cada una de las sucesiones presidenciales durante el siglo XX y las que llevamos en el XXI.
Embrujada o no, la silla presidencial siempre ha sido la manzana de la discordia. Y tras cada sucesión surgen los cuestionamientos infaltables: ¿pudimos haberlo hecho diferente? ¿Acudir a las urnas sí marca una diferencia? ¿Esta vez no habrá fraude?