Matilde va a pasar la tarde en casa de Leia y se da cuenta de que la mamá de su amiga siempre está contenta y llena de energía, mientras que su propia mamá le pide que se esté quieta y no haga escándalo porque se siente mal. Matilde aprende a aceptar la idea de que su mamá es igual de linda y divertida aunque no pueda hacer muchas cosas, como las otras mamás.