GEORGE ORWELL
Los animales ya están cansados de ser explotados por el hombre y deciden expulsarlo de sus propiedades para fundar una sociedad animal en la que el ser humano es el enemigo. La cabeza de la rebelión es un cerdo que, en principio, parece preocuparse por los intereses comunes y el bienestar general. Sin embargo, el veneno del poder lo invade paulatinamente. Los animales están desconcertados porque su situación no ha mejorado y lo que comenzó como un proyecto de prosperidad se convierte poco a poco en una desoladora utopía.