La táctica deportiva constituye para muchos autores el elemento central de los deportes de oposición-colaboración. En estos deportes el análisis de la técnica es insuficiente para comprender el enfrentamiento entre los contendientes. En este tipo de deportes, también reconocidos como deportes de situación, es imprescindible asumir que tanto el individuo como el equipo están sometidos a un continuo proceso de estímulo-respuesta sobre el que intervienen una serie de parámetros adyacentes cuyo peso dentro del proceso es de difícil valoración. La individualidad o colectividad de la respuesta nos obliga a la necesidad de diferenciar entre los conceptos de táctica individual y táctica colectiva, sin olvidar el de estrategia; uno de los primeros objetivos de este trabajo es establecer aspectos diferenciadores entre estos tres conceptos.
1- El voleibol entre los deportes de equipo
El voleibol es un deporte de máxima exigencia: en cuanto a la tarea motriz que hay que resolver (golpear un balón que vuela), en cuanto a la velocidad del estímulo (un remate puede llegar a alcanzar más de 100 km/h), en cuanto a la exigencia de la tarea (cada uno de los errores cometidos representa un punto más en el marcador del equipo contrario, en ocasiones puede significar el set o el partido), el espacio en el que ha de desarrollar dicha tarea presenta una serie de dificultades específicas añadidas que aumentan el nivel de exigencia para su realización (altura de la red, ancho de la zona de paso, prohibición de algunos tipos y formas de golpeo
). Por lo que si la táctica individual depende de la dificultad de la tarea, la velocidad y cantidad de estímulos y del peso o consecuencia del acto en el desarrollo del juego, es evidente que nos encontramos ante un deporte de una gran carga táctica.
2- La estructura del juego
3- los complejos estratégicos
Se desarrollan esquemáticamente y se explican cada una de las secuencias o sucesiones posibles de complejos estratégicos.
4- Los medios tácticos básicos
Los complejos estratégicos aparecen en el desarrollo del juego, es decir, responden a la propia naturaleza lúdica, pero no responden de manera natural a un orden ni a una estrategia definida.
La construcción de las estructuras formales y funcionales, así como el uso de las permutas y las penetraciones, podemos identificarlos como los medios tácticos básicos de los que pueden disponer los entrenadores para la construcción de los distintos sistemas. Se definen estos conceptos, profundizando en mayor medida sobre las estructuras que sobre los conceptos de permutas y penetraciones.
En la definición y comprensión del parámetro espacio es importante distinguir entre espacio reglamentario y espacio táctico, y éstos a su vez son divisibles en relación con dos planos: el horizontal y el vertical.
5- Sistema de juego aplicado durante las fases del K-I: estructuras y funciones
Cada una de las fases de juego ha de estar organizada mediante la aplicación de un sistema. Analizando el desarrollo de los posibles itinerarios de juego así como la composición de los complejos estratégicos, los sistemas de juego que hay que desarrollar tiene que ver con las dos fases permanentes que se dan durante el juego: una fase defensiva y otra ofensiva. Esta última está compuesta por las subfases de construcción y culminación, que en voleibol reciben el nombre de colocación y remate.
La creación de los sistemas está supeditada a la lógica reglamentaria, a la lógica del juego y a la del propio entrenador, y su desarrollo será posible gracias a los medios estratégicos básicos desarrollados en este manual: permutas, penetraciones y definición de todos los conceptos relacionados con las estructuras.
La elección del sistema de juego aplicado a cada una de las fases es determinante en el objetivo final que hay que alcanzar. En el complejo que en este manual nos ocupa, las fases del juego a las que debemos hacer referencia son las de recepción y ataque.
6- El desarrollo del complejo I en función del nivel de juego: recepción y ataque
A finales del siglo XX se produjeron demasiados cambios en el reglamento, que por extensión causa-efecto lo han sido también en las técnicas de ejecución, en las tácticas aplicadas, en las estrategias planificadas y evidentemente en la propia planificación.