BROWNE ANTHONY
A Willy le gustaba mucho el futbol. Pero había un problema, no tenía botines. Una noche vio a alguien jugando con un balón. El desconocido vestía un anticuado uniforme y jugaba bien, muy bien. Entonces el desconocido hizo algo inesperado. Se quitó los botines y se los dio a Willy. Willy los miró fijamente, con asombro. Cuando levantó la vista no había nadie frente a él.