OJEDA RAMON
Amor, amor celestial y paz a los hombree de buena voluntad... pero a los que no se ajusten a la voluntad divina, todo el peso de la ley, por los siglos de los siglos y amén, esa es la promesa de las sagradas escrituras con las que el cristianismo, basado en la religión judía, se erigió como la única y verdadera religión que se impuso, más de una vez, a punta de golpes, tortura, persecución y exterminio por todos los confines de la tierra, nomás para dejar constancia de que el buen Dios no se andaba con medias tintas.