GRIMM, GUILLERMO CARLOS
"En un hermoso libro en que los cantos de oro viejo armonizan con la vieja encuadernación de rojos desvanecidos, y que ostenta en el centro su título: Cuentos de Grimm, y en la parte inferior, con tipos de letra muy adornados, las iniciales enlazadas de Saturnino Calleja, Madrid, mi infancia comenzó a saborear el placer de la lectura y sus páginas ingenuas y sencillas dieron alas a mi fantasía e inspiraron en varias ocasiones sentimientos de rectitud en mi alma de niña.Son inolvidables: La Princesita Blanca Nieves y su cortejo de los siete enanos; La Caperucita pasmada ante el lobo; el sueño largo de la Bella Princesa dormida en el bosque; La pobre Cenicienta que cubierta de harapos y sentada junto al fuego nunca pudo soñar en su transformación, ""con el vestido de oro y plata, seda y encaje"" que ostentaría en el baile del palacio real; de Pulgarcito con estatura de dedo pulgar y sus viajes inverosímiles; también están en nuestros recuerdos los famosos músicos de Bremen, terror de ladrones y El Rey Cuervo que con su ingenio supo castigar el orgullo excesivo; El Pescador y su mujer, sabia lección en contra de la ambición desmesurada y Elisa, la joven que al decir de sus padres era tan lista que veía correr el viento y oía toser a las moscas; con tan especiales cualidades."