Cierto ilustrador malhumorado dibuja un oso triste, pero su hijo Joaquín se encarga de redibujarlo y hacer que el oso luzca mucho más contento.
Artículos relacionados
Vista previa: EL OSO QUE JAMÁS HABÍA PROBADO LA MIEL
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información