Tal vez en ningún otro sitio del país se perciba aún con tanta fuerza la tradición viva del pasado prehispánico como en Oaxaca. A ello contribuye, sin duda, que todavía se hablan en el estado unas quince lenguas indígenas, algunas tal vez milenarias. Además, la presencia majestuosa de Monte Albán, Lambityeco, Yagul, Zaachila y Mitla parecen perpetuar para siempre los ecos de las civilizaciones zapoteca y mixteca.