MICHIO KAKU
El último libro de Michio Kaku. La colonización de Marte, los viajes interestelares, la inmortalidad y nuestro destino más allá de la Tierra. Nuestro destino yace en las estrellas, no por nuestra curiosidad o pasión por los viajes, sino para asegurarnos nuestra propia supervivencia. Las edades de hielo, los impactos de asteroides, la capacidad de carga finita de la Tierra e incluso la futura muerte del sol son algunas de las amenazas existenciales que pueden destruir a la humanidad. Así que, o abandonamos la Tierra o deberemos asumir la idea de nuestra inevitable extinción como especie. En Nuestro destino final, el Dr. Michio Kaku explora los pasos necesarios para lograr este ambicioso objetivo, describiendo las tecnologías que nos permitirán colonizar y terraformar otros planetas, aprovechar los cielos en busca de materiales preciosos y finalmente establecernos en las estrellas. El Dr. Kaku nos presenta a lo largo de estas páginas a robots autoreplicantes, nanomateriales y cultivos de bioingeniería que permitirán a la humanidad terraformar Marte; las naves nanométricas, las velas láser, las máquinas de fusión ram-jet, los motores antimateria y los cohetes hiperimpulsores que nos llevarán a las estrellas; y las tecnologías radicales que alteran el cuerpo que nos permitirán sobrevivir al largo y agotador viaje de conquista del espacio. La crítica ha dicho...u00abEl interés mundial en el lanzamiento que llevó a cabo Elon Musk de un de sus vehículos Tesla al espacio, nos muestra como los viajes espaciales han vuelto a convertirse en un entretenimiento de masas y puede que a una aspiración para las masas. Es un buen momento para un libro del físico teórico Michio Kako sobre los posibles caminos de nuestro futuro como viajeros espaciales. [...] Con una facilidad y claridad admirables, el Dr. Kaku repasa la historia de la cohetería, la formación de los planetas y explica cómo podríamos colonizar no solo Marte sino que también algunas de las lunas de Júpiter y Saturno. [...] Este libro tiene un entusiasmo infeccioso y candente.u00bbSteven Poole, The Wall Street Journal