El conjunto conventual de Santo Domingo de Guzmán de Oaxaca, obra de los frailes dominicos, es la construcción virreinal más grande e importante de México y probablemente de toda América, debido a su monumentalidad y a su valor artístico. Es sin duda uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura dominica. Se empezó a construir en 1570 y se terminó en 1660.
En las diferentes secciones que conforman el convento (claustro, patios y escaleras) se reconoce la arquitectura propia de la época.
La decoración interior del templo constituye uno de los ejemplos más importantes del barroco mexicano. Aquí se observan magníficos retablos, pinturas y esculturas talladas en madera policromada y doradas.
Una parte importante del convento está dedicado al Museo de las Culturas del Estado de Oaxaca, donde se exhiben piezas pertenecientes a la época prehispánica de enorme valor artístico y arqueológico, como son los objetos de oro procedentes de la Tumba 7 de Monte Albán.